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Arquitectos: 3 Arquitectos
- Área: 613 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Alberto Castex
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta Obra se enmarca dentro del Programa Quiero Mi Barrio del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile, que busca mejorar la calidad de vida de los 200 barrios con mayor vulnerabilidad y deterioro del país.
El borde de la población 17 de Septiembre, es un sector física y ambientalmente deteriorado, ya que enfrenta grandes espacios vacíos sin usos definidos, quebradas y áreas residuales en que se han generado micro basurales y tomas de terrenos.
La “fachada” visible desde las calles y avenidas que circundan la población está conformada por patios traseros, cierros precarios o en mal estado, tomas de terreno y espacios públicos residuales o sin conformación, lo cual degrada la presencia de este barrio hacia la ciudad.
Con esta Obra se propuso revertir esa situación urbana, generando un nuevo rostro en uno de los contornos y en dos de los principales pasajes internos de la población, propiciando la ocupación, uso y recorrido de los espacio públicos, mediante una plaza mirador elevada que conforma un umbral de acceso desde la población hacia el Parque o viceversa, siendo potencialmente un articulador de las circulaciones peatonales, integrando tanto las actividades actuales de los vecinos como otras que puedan ser acogidas en los nuevos lugares de la sede social.
Los recintos más interiores deben ser poli funcionales, y se distribuyen en tres volúmenes principales , sala juvenil , sala de administración vecinal , y sala de eventos. La protección y cuidado de estos recintos planteó un problema en cuanto a que usualmente las sedes vecinales resultan ser espacios muy herméticos por lo tanto carecen de una luminosidad adecuada, para conciliar estas dos condiciones, se optó por trabajar con un perímetro continuo de paramentos de ladricreto de hormigón prefabricado, los cuales junto con brindar protección , tamizan la luz y permiten una adecuada ventilación.
Los materiales elegidos no son muy ajenos a los existentes en el barrio (panderetas , cierros metálicos y calaminas ) estos son más bien repensados a través de la elección de elementos de hormigón, acero y policarbonatos sin mucha terminación asimilando el lenguaje local y de esta forma priorizar una mayor cercanía del usuario con la obra, con una tectónica que integra el edificio al lenguaje del barrio ya que desde una cierta distancia se percibe como una textura continua a modo de un nuevo zócalo que acompaña los cierros de las viviendas.